“Toda enfermedad es buena”

“Toda enfermedad es buena”

Siempre Está Bueno encontrar olavarrienses que estén dispuestos a compartir su sabiduría de manera que podamos trascender viejos paradigmas y ver la vida bajo una nueva lógica que nos saque del lugar de víctimas y nos empodere. Matías Gómez Iza es uno de esos valientes “despertadores” que no duda en afirmar sonriendo que “toda enfermedad es buena”. Puede que suene disparatado, sin embargo su aseveración tiene base científica y se nutre de la llamada nueva medicina germánica. Te invitamos a conocer al hombre que ayuda a que las personas descubran la lógica biológica de las enfermedades y sanen al reconocer la emoción traumática que las originó.

Matías nos recibió en su casa, en compañía de su esposa Tayshý Montaña y de su perro Ewan, el cual, a decir verdad, tanto por su comportamiento amoroso como por su profunda manera de mirar, se sentía como si fuese una persona más.

Siempre nos cuesta saber cómo presentar al entrevistado, por eso le preguntamos a Matías cuál era la mejor manera de decir a qué se dedicaba. “Ante todo podemos decir que soy un Ser Humano, también soy Ingeniero Agrónomo y Terapeuta en Biodescodificación, sin embargo me gusta que me presentes como `Terapeuta en Decodificación de Enfermedades´, ya que la palabra `biodescodificación´ puede sonar como a ingeniero electrónico de la Nasa”, dijo riendo.

m7Aprovechando su buena onda y predisposición para expresar lo complejo de manera simple, también le pedimos que nos dijese en un lenguaje llano y entendible bajo qué circunstancias las personas acuden a consultarlo. “El primero que viene a la consulta es aquel que siente alguna desubicación de alguna manera, tiene conflictos, se siente aislado o no está conforme con la vida tal cual la está llevando. Podríamos decir también que la gente viene a consultarme cuando está dispuesta a sepultar la lástima, cuando se cansa de jugar al pobre de mí y siente que la zona de confort en la que se encuentra la está asfixiando. También acuden para poder sanar sus enfermedades a partir de empezar a tomar sus propias decisiones, previo reconocer que fue lo que activó la `enfermedad´, palabra a la cual nosotros llamamos `programa biológico´”.

“Como terapeuta en decodificación de enfermedades uno ayuda a que la persona identifique qué programa es el que está activo y en qué momento y qué  situaciones de la vida lo desencadenaron para que ese programa (enfermedad), y no otro, se ponga en marcha. Por medio de la terapia de decodificación la persona vuelve a encontrarse con sí misma, vuelve a ubicarse, comprende por qué llegó hasta esa instancia de su vida y vuelve a distinguir lo que quiere.No se trata de una terapia de acompañamiento en el sentido de que no se prolonga en el tiempo. En decodificación se busca siempre ir a lo concreto, de manera que luego se pueda actuar tras comprender por qué determinado programa biológico se accionó, por eso generalmente las consultas por cada tema duran entre una y cuatro sesiones”, comentó.

m8Matías además destacó que “cuando uno viene a la terapia muchas veces descubre que sus bloqueos se producían porque fra6hasta ese momento no era uno el que decidía, sino los otros a través suyo por medio de los mandatos, las expectativas, las normas sociales, etc. Por eso cambiar nuestros puntos de vista nos empodera, en el sentido que nos hace conscientes de que las herramientas para la sanación están en nosotros mismos”.

“También podemos decir que la decodificación biológica es una herramienta para destrabar todos los bloqueos físicos y también emocionales, porque están interrelacionados. Es una terapia que permite ahondar en la biología del cuerpo, en lo que físicamente le pasa a la persona y cuál es el sentido de eso que sucede. En ese contexto, la enfermedad es vista como algo positivo, ya sea la enfermedad como enfermedad crónica, la enfermedad como quebradura, como corte de ligamentos, como depresión o la enfermedad como desequilibrio entre la mente y el cuerpo por cómo nos relacionamos con nuestro entorno. El tema de las enfermedades es muy amplio, pero en todos los casos, incluido el cáncer, su sentido es positivo y siempre se la aborda a partir de su sentido biológico”.

El tema de la enfermedad como algo “positivo” nos había sonado extraño, pues siempre se la asocia con lo malo o lo negativo, sin embargo continuamos hablando con la intención de ganar en comprensión y ver si esa afirmación poco a poco iba cobrando mayor sustento.

Como justo se hizo una breve pausa cuando Tayshý nos acercó un rico café, le pedimos a Matías un ejemplo sobre alguna situación que se presenta a menudo en la consulta para saber de qué manera trabaja. “Por ejemplo, cuando alguien viene a la consulta manifestando un problema con su pareja, le pido a la persona que antes de hablar de la pareja me hable de lo que le pasa a ella. Le digo `no me hables vos sobre vos, decime qué tenés, dame datos de tu cuerpo´. De esa manera, a partir de detetactar si la persona tiene hipertiroidismo, tensión en las cervicales, el meñique roto, hernias de disco, quistes, etc., se obtiene un registro exacto sobre la persona y cómo vive todo lo que pasa a su alrededor. Y así, desde ese punto de partida, se llega a ver luego el tema de la pareja, pero en primer lugar dejo que sea el cuerpo el que hable, porque la persona miente, en el sentido de que siempre se justifica, y el cuerpo nunca miente”.

fra5“El cuerpo habla y siempre dice la verdad -enfatizó-, y aporta datos objetivos sobre la persona que acude a la consulta. Lo que el cuerpo revela es como si fuesen hilos sobre sus puntos de Aquiles. Como terapeuta, sobre eso me voy apoyando hasta lograr que la persona se ubique en donde realmente está, y a partir de ahí asuma su realidad y sepa con claridad qué quiere ir a pedirle a su pareja”.

Poco a poco nos iba quedando más claro que la biodescodificación prestaba mucha atención, entre otras cosas, a los síntomas físicos. “A partir de los síntomas del cuerpo se puede decodificar todo lo que sucede a nivel interno -dijo Matías-, pero no porque yo sea clarividente, sino porque, tal como lo descubrió Hamer esto acontece bajo lo que él llamó  `Las 5 Leyes Biológicas´. Por eso la solución pasa por volver a tu Ser profundo, a tu Yo real, y eso te permite ubicarte, determinar qué querés, donde lo querés, cómo lo querés, de manera que se pueda ver cuáles son las cosas que tenés que cambiar o están flojas para hacer realidad ese proyecto que se quiere”.

Nunca habíamos escuchado sobre Hamer, así que le pedimos que nos contara algo más. “Hamer es un médico alemán (que dio inicio a la historia de la biodescodificación) que representa la nueva medicina porque es cero remedio y el paciente se cura por medio de la toma de conciencia. Esa toma de conciencia implica descubrir el hecho que quedó sepultado en el inconsciente, el cual aflora nuevamente en la terapia para ser abordado desde una nueva lógica de comprensión”.

m12“En mi caso, me capacité con Enrique Bourón (que se desempeña como investigador, escritor, conferencista y maestro en Biología Total de los Seres Vivientes y Decodificación Biológica), un argentino que se formó en Canadá con el francés Claude Sabbah, quien estudió con Hamer y a sus vez creó la disciplina `Biología total de los seres vivientes´. Muchos fueron los que se formaron con Hamer, tales como Salomon Sellam y Christian Flèche, quienes luego crearon sus propias disciplinas, ampliando lo estudiado por Hamer”.

Tras sus varios años dedicados al estudio y la investigación, Matías tiene bien claro que “los programas o enfermedades se disparan en el extremo del estrés”, por eso quisimos que nos ilustre sobre la manera en que comienzan las enfermedades: “Las enfermedades pueden comenzar de varias maneras, pero hay dos grandes formas. A una de las formas se la llama `conversión repetitiva mínima´. Es como si fuese una gota sobre otra gota, hasta que la copa se rebalsa, generando una saturación conflictiva. Ese es el caso de las enfermedades crónicas. La otra forma en que puede comenzar una enfermedad es mediante un hecho que sucede en un momento del espacio-tiempo que es sorpresivo, dramático y vivido en soledad (generando en casos agudos cáncer de páncreas por ejemplo). Esto acontece cuando la persona no puede expresar lo que vive. El hecho puede ser la muerte de un hijo, que te digan que te echaron del trabajo, la muerte de tu mascota, que perdiste un cheque con una gran suma de dinero, no haber recibido la herencia que uno esperaba… en fin, algo que es sorpresivo, que tiene una carga dramática y que lleva a que uno no pueda expresar lo que vive a nivel personal. En esos casos uno generalmente habla sobre lo que le pasó, pero no habla sobre lo que vivió, y la verdad es que hablar sobre lo que nos pasó no le sirve al inconsciente porque no libera el estrés que se generó”.

m55Para evitar enfermarse, uno lo que tiene que hacer es decir lo que está viviendo, lo que le sucede de raíz. Es decir, si vos te quedás sin trabajo, porque te echaron, una manera de expresar lo que vivís internamente es sacar afuera tus miedos y quizá decir `cuando me lo comunicaron sentí que me moría´ o decir que te preocupa no saber cómo vas a alimentar a tus hijos la semana que viene o que tenés miedo porque no sabés si tu matrimonio va a durar porque vos te sentías alguien con la plata que ganabas. Si podemos expresar eso que nos golpeó o que nos trauma se descomprime totalmente la situación. De lo contrario, no decir lo que sentimos hace que esa situación dolorosa pase al inconsciente y con el tiempo aflore a nivel físico a modo de dolencia o enfermedad”, precisó.

“Es tan importante manifestar lo que sentimos que incluso sirve hablarlo con el perro, aunque pueda parecer algo loco. Lo que hay que hacer es no quedarse rumiando en silencio eso que tanto nos afectó o nos causó tanto miedo”, agregó.

Como Tayshý también tiene la misma formación terapéutica que Matías, mencionó que “las enfermedades también son producto de nuestras incongruencias entre lo que pensamos, decimos, sentimos y hacemos”.

fra4“Eso es así -dijo Matías- porque esa incongruencia es la que hace que la biología entre en estrés, y allí empieza el trabajo del cerebro mecánico, que con el programa que corresponda (según el tipo de vivencia de la situación) transforma un problema  100% mental, en un problema 90 % biológico, 10 % mental, y nos permite seguir atentos a nuestra supervivencia”.

“En principio el conflicto es biológico -continuó-, porque lo resuelve mecánicamente el cerebro. Hay un hecho vivido de determinada manera, que nos sume en un estado de estrés. En el instante siguiente esa vivencia genera una emoción, y la vida sigue. Todo eso en general queda bien archivado en el inconsciente, reemplazado por el programa que se disparó (enfermedad). En la terapia la emoción funciona como una llave que permite revisar nuevamente el hecho original, pero visto desde la nueva lógica. Eso de alguna manera permite que ese primer registro o primera emoción se actualice a una versión menos dramática o en el mejor de los casos al entendimiento total de lo que sucedió, siempre desde la nueva lógica”.

m15En la medida en que la charla transcurría, cada vez íbamos entendiendo más sobre cómo actuaba el cuerpo, de todos modos necesitábamos saber un poco más para tener una mayor comprensión, así que le pedimos a Matías que continuara explicándonos: “Cuando la situación que se vivió es tan estresante, la emoción no manifestada actúa como la parte humana que tenemos para grabar y encapsular todo lo sucedido, y le pedimos al inconsciente que, por favor, eso lo guarde en la baúl de las sombras porque no lo queremos ver más, porque fue algo que no supimos manejar, nos causó mucho dolor y no queremos que aparezca. El inconsciente lo manda a ese baúl, por decirlo de algún modo, pero lo que sucedió no lo borra. Lo reemplaza por su programa biológico, de manera que el cuerpo pueda seguir funcionando con la mayor normalidad posible, porque luego vos a tenés que volver a salir a la calle para continuar con tu vida”.

“Tiempo después, cuando los síntomas de la enfermedad aparecen, el tumor crece o la enfermedad se hace crónica, el paciente llega a la consulta y uno trabaja con la emoción, porque la emoción es la señal de que el inconsciente está devolviendo esa grabación de nuevo, que estaba híper escondida, y que el ser humano no m11estaba dispuesto a ir a buscarla porque no la quería ver. De ahí que por medio de una nueva lógica, con alguna técnica, con empatía o haciendo preguntas muy concretas, eso que estaba escondido empieza a aparecer y la persona se emociona al volver a sentirla, porque el recuerdo se abre y la persona vuelve a ver todo lo que vivió, pero ahora lo ve desde otra fra1óptica y ahí es donde toma consciencia del para qué de eso, y por qué pasó lo que pasó en su cuerpo. Y ese es el inicio para comenzar a remitir la enfermedad. De acuerdo a cuánto se profundice en ese trabajo, la enfermedad se remite de 100 a 0, de 100 a 80 o sólo desaparece el dolor hasta que se sigan profundizando e investigando en otras cosas”.

De sus dichos se desprendía que la actitud del paciente es clave en el proceso de sanación, sin embargo Matías también agregó: “El grado de sanación depende de la apertura, las ganas y de las condiciones de la persona que viene a la terapia, de ahí que sea la misma persona la que determina hasta qué punto se quiere sanar. Hay casos en donde incluso la persona puede decidir seguir enferma porque le es funcional, tal como el caso del que siente que por medio de la enfermedad su entorno se ocupa de él o  la mamá viene a visitarlo cuando antes nunca lo hacía. De todos modos, cuando la persona logró ver qué fue lo que desencadenó la enfermedad y decide seguir enferma está todo bien, porque eso le permite estar menos estresada”.

En su esfuerzo por ayudarnos a comprender de manera aún más gráfica la relación entre las enfermedades (programas) con lo que pasa en nuestro cuerpo, Matías nuevamente nos habló sobre Hamer y dijo: “Hamer descubrió cinco leyes biológicas, y destacó que el cerebro inconsciente o mecánico, donde el reptiliano tiene gran parte, tiene como función la supervivencia del cuerpo. Eso es tanto para el ser humano como para una animal en un bosque. Hamer se dio cuenta de que en la evolución, que se fue dando m9durante millones de años en los seres vivos, se fueron acumulando programas de supervivencia, por eso cada vez que en el ambiente se generó una tensión, el cerebro supo reorganizarse para generar una salida y que el organismo no muriera, ya que su única función es que estemos vivos. Esto sucede en todo lo que nosotros vivimos como un conflicto de vida o muerte, que lo dirige la parte del cuerpo que es la más antigua, por eso cuando uno habla de cáncer de pulmón, cáncer de intestino, cáncer de estómago, de colon, páncreas, de hígado o todo lo que corresponda a lo más vital, son programas que la naturaleza los viene acumulando como solución hace mucho pero mucho tiempo”.

Continuando con su línea argumental expresó: “El animal tiene una tensión real en el ambiente, que nosotros no la tenemos. En nuestro caso esa tensión es simbólica, por eso lo que hace el terapeuta es encontrar esa tensión simbólica que el cerebro la transforma en real. Para que se comprenda mejor esto que te dijo, podemos decir, por ejemplo, que si en la naturaleza la falta de pasto hace que el sistema interno del elefante lo perciba como un estrés, porque al final del día se queda con hambre y va perdiendo peso, su cuerpo tiene un mecanismo que es hacer un cáncer de hígado para que con ese súper hígado pueda asimilar más de lo que hay menos. Ese programa permanece activo hasta el momento en que se restablezcan las condiciones y su sistema interno lo perciba al notar que nuevamente el alimento abunda, y así, posteriormente, la `enfermedad´ se remite de manera natural. En el hombre pasa exactamente lo mismo, con la diferencia que en este caso el pasto que en el mundo del m2animal es real, en el hombre simboliza otras cosas, como puede ser el dinero, el amor, la fe, el trabajo, etc. Por eso el terapeuta lo que hace es explicarle a la persona el sentido útil de lo que pasa, le refresca cómo eso mismo sucede en la naturaleza o para qué sirve biológicamente, y de esa manera la persona va comprendiendo qué aspectos tiene que empezar a abordar relacionados con lo que le pasó”.

Poco a poco todo nos iba quedando más claro. “Cuando la persona comprende esa nueva lógica empieza a tomar consciencia de que lo que le pasa no es algo anárquico o que esté recibiendo algún castigo divino o del destino -remarcó Matías-. Las causas de lo que le suceden son internas, y eso esa es la buena noticia, porque significa que si uno fue el que se metió ahí, uno mismo tiene el poder de salir de esa programación. Yo lo único que hago es ser espejo de la persona que viene a terapia, de manera que la persona luego pueda hablar de lo que hay que hablar, para que se lo vea como hay que verlo y, por así decirlo, a no llorar, porque en definitiva se trata de un mecanismo de supervivencia. De ahí que al principio resulte loco escuchar decir que Hamer, en su quinta ley, afirma que todas las enfermedades son programas sensatos de m16supervivencia biológica. Pero cuando uno se encuentra con ese concepto toma conciencia de que las enfermedades no matan. Si uno no hace nada, uno muere con la enfermedad, pero no muere producto de esa enfermedad”.

fra3En ese punto volvimos a tildarnos, y le pedimos a Matías que se explayara un poco más sobre lo que acababa de mencionar: “Cuando uno analiza por qué esa persona se murió con esa enfermedad, se reconocen círculos viciosos de pánico, de miedo, de ignorancia por no poder escapar del mecanismo que lo mete en ese programa o por otras circunstancias que terminan haciendo que al final el cuerpo colapse de cansancio, pasado de remedios, etc. En todos los casos lo que los mata no es el cáncer, porque el cáncer es un programa que empieza y termina, dado que tiene una duración y una intensidad mientras permanece el conflicto activo. El cáncer no crece ilimitadamente, sin embargo por no saber cómo resolver el programa de supervivencia que lo activó, permanentemente estamos entrando en el conflicto y activando nuevamente el mismo programa, y eso es lo que lleva a que el tumor se haga mayor; cuando en realidad, por medio del tumor, el organismo lo que intenta es generar una reparación”.

“Cualquier enfermedad se puede remitir -enfatizó Matías-, todo depende, entre otras cosas, de la capacidad del terapeuta de ser un buen espejo, de la claridad de la persona para verse y de las ganas de cambiar que tenga”.

“Cuando uno está limitado en su acción, ya sea por mandatos familiares, por respetar el qué dirán, por las presiones del entorno, etc., es cuando aparecen los programas biológicos (enfermedades), m4porque vos te vas a dormir sabiendo que no hiciste lo que quisiste, porque estás resolviendo todo para los otros, pero no para vos”, acotó.

Ya a esa altura de la entrevista nos intrigaba saber un poco más sobre qué funciones cumple la enfermedad. “La enfermedad en realidad es nuestra aliada, pues tiene una función útil desde el punto de vista orgánico y nos brinda la posibilidad de tomar consciencia de los hechos que quedaron sepultados en el inconsciente, al transformarse en un fiel espejo en donde si uno logra mirarse, sin obstáculos, nos revela en donde están nuestras dificultades -indicó-. La enfermedad nos muestra la visión transpuesta de lo que nos sucede. Es decir, si tomamos el ejemplo de una ciática en la pierna izquierda que no nos permite caminar, nos indica en forma transpuesta que nuestro conflicto de alguna manera está en ir hacia adelante. Y ahí, cuando uno profundiza y ve qué simboliza lo que hay `adelante´, se ve que el cerebro interpreta que ir hacia adelante para esa persona es mucho más estresante que quedarse en donde está, ya sea porque le da miedo enfrentar lo desconocido o por lo que fuera, por eso su solución biológica es inmovilizar el cuerpo para que no avance. En este sentido, el cerebro nos ve menos estresados sin poder hacer nada, que frente a la situación sin solución eficaz de nuestra parte. Ese es el sentido biológico positivo de lo que nos pasa con las enfermedades”.

m1El otro punto que nos interesó clarificar fue por qué una determinada emoción no expresada afecta a un órgano en particular y no a otro. “Cada grupo de órganos del cuerpo se corresponde  con una vivencia determinada. La emoción siempre es posterior a la vivencia. Es el tipo de vivencia el que genera la correspondencia con los órganos. Por ejemplo, una situación vivida con desvalorización (pérdida del valor propio, baja autoestima) afectará órganos como huesos, músculos, tendones y ligamentos, en función de la intensidad con que vivamos los hechos. Así sufriremos cánceres, quebraduras, osteoporosis, esguinces, desgarros, etc. y todo ese tendrá un vínculo directo con cada una de las cosas que hayamos vivido”.

Matías era muy claro en todos sus conceptos, por eso le pedimos que nuevamente nos refrescara por qué es tan importante entender el funcionamiento del cuerpo. “A partir de entender cómo funciona el cuerpo es cuando realmente empezás a tener libre albedrío y eso te permite incluso decidir, conscientemente, querer seguir enfermo. Lo importante es que el ser jhumano decida lo que quiere hacer, porque si bien esto que venimos hablando lo hemos enfocado desde lo biológico, al final aparece lo espiritual del ser humano, eso que lo reconcilia consigo mismo. Y cuando uno está reconciliado y de acuerdo con uno mismo en lo que está haciendo no hay conflicto. Por eso puede estar la enfermedad como respuesta orgánica a un conflicto, sin embargo mentalmente uno puede estar mucho mejor que antes y eso lleva a que la relación con el entorno sea mucho más ecológica y la persona empiece a funcionar mucho mejor en la sociedad, y eso vale igual, porque no es que uno es perfecto cuando está sano. Uno es perfecto cuando sabe lo que le pasa y por qué le pasa, y por qué quiere uno que le pase”.

Mientras lo escuchábamos hablar, nos dimos cuenta que había una palabra que nos había quedado dando vueltas en relación a cáncer, pues también no había dicho que “no hay metástasis”, así que le pedimos que ahondara un poco más al respecto: “Es ilógico pensar en que la metástasis es parte de la lógica biológica. Por ejemplo, el parénquima del riñón se origina en la capa embrionaria, que es el endodermo. Estas células tienen su forma de acción específica en la enfermedad. El hueso, por ejemplo, se origina a partir de otra capa embrionaria que es el mesodermo, y sus células actúan de forma diferente a las del endodermo (riñón). Plantear, por ejemplo, que haya metástasis entre dos órganos o más de distinto origen embrionario no suena lógico. No se realizan operaciones aritméticas entre peras y manzanas. Hamer explica que cada cáncer se origina en conflictos diferentes que vivimos, y que hay que analizarlos en la terapia por separado. Sí es lógico pensar, que cuando nos diagnostican cáncer de riñón luego podamos sentir miedo a la muerte (pulmón), y sentirnos desvalorizados porque no ahorramos lo suficiente para el porvenir de m10nuestros hijos (huesos), y así se originan una especie de catarata de conflictos a partir de uno inicial, pero no hay metástasis, son varios programas activándose de manera simultánea que responden a cuestiones bien particulares”.

Como toda terapia, la biodescodificación o la decodificación de enfermedades, tal como le gusta llamarla a Matías, debía tener sus herramientas de trabajo, por eso le pedimos que nos las citara: “Los fra2tipos de herramientas varían de acuerdo a cada terapeuta, en mi caso utilizo tres herramientas: el árbol genealógico, la vida misma de la persona y también el proyecto sentido”.

“¿Qué es el proyecto sentido?”, le preguntamos. “Se llamas así a una etapa muy importante que nos condiciona y se relaciona con la gestación, con el proyecto consciente, y mucho más inconsciente, que papá y mamá tenían sobre nosotros. `Este me va a salvar´, `Este va a ser artista´, diferentes mandatos y programas que luego nos condicionan, quizás en el comportamiento con el medio. Cuando uno nace tiene muchas herencias, no tiene una sola. Tiene la herencia transgeneracional, una herencia biológica, una herencia de posibilidades, una herencia de oportunidades, etc. Todas esas herencias condicionan y son las que en la terapia se analizan en cierta forma porque dan información aproximativa, aunque no tan precisa como la información que revela el propio cuerpo, que nunca miente”.

Escucharlo hablar de una manera tan cálida y humana, haciendo hasta lo imposible para que lo podamos comprender con suma claridad, nos llevó a preguntarle también si había algún requisito previo para acudir a la terapia. “Siempre es necesario ir a la consulta con una pregunta concreta, m13porque a pregunta concreta, respuesta concreta. A pregunta vaga, respuesta vaga, y cuando eso sucede me quedo con un sinsabor yo y la persona que acude a la consulta. La gente tiene que saber que las enfermedades tienen su propia lógica biológica, y orgánicamente hay tejidos que necesitan de más tiempo de reparación que otros. De todos modos, una psoriasis, por ejemplo, se puede curar en dos días. Cuando el paciente llega a ver cuál es su conflicto de separación que le resquebraja la piel, a los dos días ya no tiene nada. La psoriasis corresponde a la dermis, a la piel, y la piel está relacionada con todos los conflictos de contacto impuestos”.

Como supusimos a que a muchas personas su terapia les podría interesar, le consultamos si existía límite alguno en función de la edad: “Para este tipo de terapia no hay límites de edad -respondió Matías-, sin embargo yo prefiero hablar con personas de 16-17 años. Si es una persona joven con patologías desde su infancia (antes de 8-9 años) hablo con la mamá, no con el hijo, ya que en general todo lo que se exprese como enfermedad es la biologización de un conflicto de mamá o de papá; por lo tanto lo abordo directamente con los padres de manera que luego ellos se lo trasmitan con técnicas al inconsciente del hijo para que lo comprenda y sane al reconocer que en realidad no se trataba de un tema suyo. Esto se da cuando el shock conflictual de la vida hizo que no se enfermara la mamá, que en ese momento estaba embarazada, y la enfermedad se traspasa en gestación al hijo, quien luego lo materializa en su cuerpo”.

“Cuando la gente viene por sí misma y con ganas de generar cambios siempre es más fácil la tarea -destacó-, en cambio cuando la gente viene por curiosidad, enviada por sus familiares o presionada por el entorno es más complicado. Cuando es así, se asemeja a trabajar con una caja fuerte, porque la efectividad de mi tarea tiene mucho que ver con la apertura que la gente traiga. Por eso si la gente no viene abierta uno no llega”.

También cabe destacar que en la terapia de decodificación no todo queda en un plano teórico. “La persona no sólo tiene que ir a su interior y ver qué quiere, sino que además tiene que accionar, porque hablemos lo que hablemos, ya sea sobre el cuerpo, la vida o el entorno, luego hay que hacer cosas distintas pues sólo así se consiguen resultados diferentes. Por eso esta terapia no es en principio una terapia de acompañamiento sino una terapia que te ayuda a identificar los puntos a trabajar, pero luego sobre eso la persona debe accionar para que los nuevos resultados acontezcan. Acá se trabaja sobre cosas bien concretas, por eso luego la persona tiene que traducir eso que pudo ver en acciones que le permitan cambiar su realidad”, mencionó Matías.

En general la gente cuando viene expresa `nunca me vi así tan rápido´ y eso se da porque de este modo se direcciona lo que específicamente se quiere saber, y es el cuerpo el que habla. De ahí que esta sea una terapia muy útil porque es muy concreta, y es de abordaje relativamente rápido. Se trata de una terapia que permite ayudar a personas con problemas físicos, con problemas relacionales, problemas existenciales, con problemas personales. Hay personas que acuden a terapia porque tiene problemas para ganar plata o porque siempre se funden, en esos casos como terapeuta no cuento con información tan precisa como la que revela el cuerpo o la enfermedad, sin embargo se pueden encontrar grandes pistas mediante las cuales uno puede descubrir por qué maneja la plata como la maneja”, declaró.

A nivel local, Matías es uno de pioneros dentro de la decodificación de enfermedades. “Hay personas en Olavarría formadas con este saber, y algunos lo desarrollan y otros no. De todos modos, no todos los que estudiamos esto luego quieren ser terapeutas. De hecho yo estudié hace seis años y empecé en serio hace un año, los otros cinco años estuve jugando, por decirlo de algún modo. Tardé en decidirme porque hacerlo implica toda una responsabilidad y también porque hay que juntar valor. Y en verdad, me animé a abandonar lo que era mi actividad principal o mi vida como ingeniero agrónomo básicamente porque conté con el apoyo incondicional de Tayshý”, mencionó. Y luego acotó sonriendo: “En realidad fui casi empujado por ella, porque me hizo unas tarjetas y me dijo `comenzá´, y realmente se lo agradezco porque sino existencialmente, al final de mi vida, me hubiese quedado disminuido y también posiblemente podría haber desencadenado alguna enfermedad. Hoy me siento pleno, muy pleno, tremendamente pleno, porque esto además implica una investigación permanente. Siempre queda muchísimo por estudiar y muchísimas nuevas herramientas por utilizar, y eso es algo que en cierto modo lo va marcando la misma gente porque yo sé hasta dónde puedo dar y ese otro algo más que se podría es lo que impulsa a seguir investigando”.

m14“Siento que hay una gran cantidad de gente que tiene mucho para brindar, pero no se anima a dar el salto, y éste es un momento de la humanidad en donde el que tiene y puede aportar algo lo tiene que hacer, porque es mediante el aporte de todos que se gesta una nueva humanidad”, destacó por último Matías.

Tal como siempre nos sucede en las entrevistas que nos movilizan, hay frases que nos quedan palpitando, y a poco de irnos las volvemos a recapitular: “La enfermedad es buena, es nuestra aliada. Existe para que vivamos, no para que uno muera. De hecho morimos por otros motivos, fundamentalmente por cansancio. La enfermedad es un programa sensato de supervivencia biológica, que actúa cada vez que nosotros conscientemente no hacemos lo que queremos.Y aunque pueda sonar gracioso o disparatado, para la naturaleza un cáncer es lo mismo que una angina, sólo que uno se desencadena por un conflicto más intenso y otro por un conflicto menos intenso, sin embargo las dos enfermedades se activan mediante programas que afortunadamente cada uno tiene el poder de desactivar”.

Sentimos que sus palabras bien cuadraban con “la buena medicina”, esa que en los viajes alquímicos de los chamanes hacia los mundos sutiles ayudan a sentir que todo en la vida siempre sucede para nuestro bien más elevado : )

P.D.: Estos  son algunos autores que Matías Gómez Iza recomendó para quienes estén interesados en seguir profundizando sobre todo lo que fue desarrollando. También les dejamos sus vías de comunicación: por facebook o por teléfono, vía whatsapp, al 15698711.

Clickeando sobre la imagen se accede al sitio web.
En este sitio se pueden conocer las 5 leyes del Dr. Hamer.
Clickeando sobre la imagen se accede al sitio de Christian Fèche.
Clikeando sobre la imagen se pueden verlos diferentes libro de Flèche.
Tocando sobre la imagen se accede al grupo de facebook «Avances en la nueva medicina».
Clickeando la imagen se puede entrar en contacto con el grupo de facebook «Hamer sin distorsiones».
Aquí se puede encontrar material sobre la nueva medicina germánica.

Música del Dr. Hamer para sanar. Al respecto Matías dijo: «La música de Hamer ayuda para sanar en casos de psicosis, pánico, osteólosis y el cáncer. La música actúa como la magia efectiva que usaban los druidas, los chamanes y toda la humanidad desde tiempos inmemoriales, para acelerar etapas orgánicas o para interrumpirlas». (A tener en cuenta: si uno escucha esta música pensando que nada pasará, eso es lo que ocurrirá: nada, porque creamos lo que pensamos).

Tocando sobre la imagen se ingresa al sitio de Enrique Bourón.

Introducción a la Psicosomática Clínica y Humanista por el Dr. Salomon Sellam

En el sitio «El silencio del Buddha» se responde a la pregunta: ¿Qué es la Biodescodificación?

Clickeando sobre la imagen se lleva al sitio de facebook de Matías Gómez Iza.
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  1. Mi consulta es que me aconseja tengo el problema de estar sin voluntad de hacer las cosas en casa voy a trabajar todo joya pero llego a casa y me cuesta quiero leer y no hay forma que me ponga a leer aparte yo me doy cuenta que eso es lo que me hace falta por que me cuesta acordarme las cosas he perdido la facilidad de palabras cuando hablo tengo verguenza de hacerlo por temor a no recordar las palabras que debo pronunciar quiciera que me aconseje sobre como debo proceder o hacer para salir de esta cituación por ahora ya no quiero ir a reuniones por ese motivo

    atte. Rosalva
    Mucho agradeceré me pueda guiar

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