La manera más sensible y hermosa de celebrar el Día Mundial de Medio Ambiente es sumando conciencia, es religando, es poniendo amor en cada acción, es bailando, es festejando, es siendo Uno con la Madre Tierra, es vibrando alto y fuerte desde el corazón. Todo eso se dio en Olavarría. ESTA BUENO estuvo ahí para contártelo, y así ayudar a expandir el pulso cristalino que emitieron cerca de mil chicos disfrutando en el CEMO de un montón de actividades simultáneas que estuvieron planteadas con mucha creatividad, durante una jornada educativa intensa cuyas raíces son las bases de una nueva conciencia que honra la vida.
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