(Por Guillermo Enrique Vales – Facilitador de Pedagogía 3000) Tradicionalmente criamos a nuestros hijos según las enseñanzas familiares. El desarrollo nos induce que debemos descansar la educación de nuestros hijos en la escuela, y los viejos valores de bondad y compasión están comenzando a deteriorarse. Ahora las personas estan pensando debo ser doctor o ingeniero. Y las maneras tradicionales de compasión, bondad y ayuda a otros están muriendo lentamente.
Antes de la educación moderna, la educación se centraba en enseñanzas espirituales, pero ahora el énfasis está en el éxito material. Las personas van a la escuela para que puedan ganar mucho dinero, tener una gran casa, conducir un bonito auto. La idea entera de aprender se ha convertido a:
-«¿Cómo puedo ganar mucho dinero?»-
De acuerdo a nuestro tipo de cultura criamos a nuestros hijos y los enviamos a la escuela. Esta es una forma de integrarlos a nuestra sociedad. «La Educación». Muchos te dicen que tus hijos no deben imitar los mismos patrones de Tú educación. Te están diciendo que no eduques a tus hijos, lo que es por supuesto absurdo.
Actualmente las escuelas occidentales son responsables de formar e introducir en la sociedad un humano «mono-cultural. La cultura Occidental enseña y capacita de la misma manera, para trabajos que asustan. Trabajos en una cultura urbana y consumista. La diversidad de culturas, así como la diversidad de individuos únicos y humanos esta siendo destruida de esta manera. Y así, perdiendo tu historia, pierdes todo.
Mantener tu cultura antigua, la de tus padres y abuelos y ancestros, es mantener un ecosistema. Una red compleja de relaciones entre seres humanos vinculandose con la tierra en la que viven, donde cada elemento esta interconectado con lo demás y donde cualquier cambio repentino tiene efectos impredecibles.
No hay dudas cuando observamos honestamente las formas tradicionales de educación, y comparamos con el sistema educativo moderno. Las formas tradicionales de conocimiento fomentan sustentabilidad. Todas estas culturas, si bien no son perfectas, mantienen conocimientos específicos del clima, suelo, agua y se las arreglaban para vivir independientemente, haciéndose cargo de sus propias vidas, generación tras generación.
En la economía moderna, con el sistema educativo moderno los niños no aprenden nada de sustentabilidad, en cambio aprenden a usar productos corporativos en una cultura urbana y consumista. Una vez que son educados en escuelas «modernas», no saben cómo sobrevivir en su propio ambiente.
Educación no es la transmisión de información. No es adoctrinamiento. Educación es una manera determinada de aprender, de ser, de saber y desarrollarse.
Cuando proyectamos nuestra noción sobre educación, a travéz de nuestra manera de ser absorvemos en cierta forma la vida de las personas, y olvidamos que estamos proyectando lo que nosotros mismos somos. Las diferentes formas de conocer, formas de ser, formas de aprender, crean diferentes seres humanos. Tú, que te crías en Olavarría, crees que las sierras o montañas son una pila de rocas que tienen que ser explotadas con la minería. Tienes una relación muy diferente con esa montaña que un niño de Bolivia que cree que esa montaña es un espíritu, una deidad protectora que guiará su destino a lo largo de su vida.
La observación instintiva te dice que no es sólo el resultado de una variable del clima. Te dice que esa montaña en realidad es un espiritu. El clima se relaciona sólo con una pila de tierra. La observación instintiva te hace ver como el sistema de educación puede crear diferentes humanos, conociendo que es en realidad esa montaña y creando una relación diferente con la tierra. Yo me crié en Olavarría, zona serrana por excelencia, y pensaba que las sierras existían para ser explotadas por la minería. La fundación de la ideología de las ciencias mineras, que me enseñaron en la escuela, se basaba en dinamitar las sierras y dejar grandes orificios en la tierra para abrir fábricas de cemento y derivados abasteciendo así la demanda de la modernidad y el progreso, esto era una idea construida. Este tipo de creencia, me hizo un ser humano muy diferente, con una relación muy diferente con las sierras y montañas. Mientras que los originarios del lugar creían que esas sierras y elevaciones comunicaban con otras ciudades dentro de la tierra y con seres del cielo. Por causa de mi educación, de mi ideología, muchas de esas sierras ahora ya no existen.
Observa tu mundo. El mundo en que naciste. No existe en un sentido abstracto. Es un modelo de «realidad». Es la consecuencia dada por una serie de lecciones basadas en una necesidad de adaptación y esto ya no se puede sustentar. Pregúntate el significado de ser humano y observa el recorrido que tu linaje viene transitando «exitosamente» generación tras generación con el afán de llegar a ser parte de Tí. Escucha sus voces. Esas voces colectivas, cuando lo permitas, se convertirán en la ayuda necesaria para resolver tus problemas actuales.
Eres real y estás en el camino de la historia con otra serie de posibilidades. Eres una cultura, una realidad donde hay que tomar decisiones. Ahí es donde entra la educación. El proceso por el cual la vida y el mensaje que intuyes se insertan en Tí, se encarnan por así decirlo en tu cultura para echar buenas raíces que producen nuevas riquezas, formas inéditas de pensamiento, de acción, de iniciación, de conducción a los niños a una adultez con la experiencia de las culturas milenarias, y en definitiva de celebración por la vida.
Eres infinito. Ve detrás de tus sueños. Atrévete a ser quien eres.