Para fomentar la lectura entre aquellas personas que no cuentan con los recursos necesarios como para acudir a las bibliotecas, en São Paulo (Brasil) pusieron en marcha un novedoso proyecto que hace que los libros salgan al encuentro de la gente que vive en la calle. Esta iniciativa comenzó a partir de agosto del 2012 con el nombre de «Bicicloteca» (nombre que nació de fusionar las palabras «biblioteca» y «bicicleta»).
El impulsor de esta idea es Robson Mendoça, un bibliotecario de 61 años que supo vivir en las calles de São Paulo. Esa situación de calle que tuvo que atravesar lo llevó a darse cuenta de que las bibliotecas, generalmente, exigían alguna identificación o comprobante de domicilio para prestar los libros, documentos que los sin techo no tenían. De ahí que a la hora de facilitar los libros él ahora no exija documentación alguna.
La «Bicicloteca» consiste en un llamativo triciclo adaptado, de color rojo, con un baúl capaz de llevar hasta 150 Kg de libros, con el que todos los días Robson rueda por las calles del centro de São Paulo, hecho que lo ha transformado en un personaje muy conocido, ya que anda provisto de un altoparlante, llamando la atención de posibles interesados. El que toma un libro prestado tiene dos opciones: pasárselo a otra persona o devolverlo a la «Bicicloteca». De este modo, los desamparados acceden a los libros sin ningún tipo de trámite administrativo y en un entorno en donde se pueden sentir cómodos.
Robson Mendonça podría haber sido una persona a la que la vida en la calle lo hubiese marcado negativamente, sin embargo, sus ganas de salir adelante pudieron más, y se prometió que, cuando su vida mejorase, crearía una biblioteca para los sin techo.
A vivir en la calle llegó por una serie de hechos inesperados. En 1998 Mendonça dejó su pueblo natal, Alegrete, en el estado de Río Grande do Sul, para abrir su propio negocio en São Paulo pero lo secuestraron y le robaron todas sus cosas. Al mismo tiempo perdió trágicamente a su esposa y a sus dos hijos en un accidente de tránsito cuando se dirigían desde Alegrete para reunirse con él en São Paulo. Sin recursos, Robson terminó en la calle y se refugió en la lectura.
Tanto se esforzó por cambiar su realidad que no sólo creó la «Bicicloteca», sino que fue por más y también fundó la ONG Movimento Estadual de População em Situação de Rua (Movimiento Estadual de Personas Sin Techo), de la cual es su presidente.
El proyecto de la «Bicicloteca» es fruto de una coparticipación de Green Mobility y la Secretaria Municipal del Verde y Medio Ambiente de São Paulo. La idea es que el proyecto se extienda para otras comunidades en todo Brasil. Por tal motivo, las ONG que trabajen con personas carentes y tengan interés en tener una «Bicicloteca» pueden entrar en contacto con el Instituto Mobilidade Verde.
(Fotos: www1.folha.uol.com.br)