Con muchísimo éxito concluyó en Olavarría la tercera edición del Encuentro Nacional de Estatuas Vivientes, que contó con la presencia de reconocidos artistas de distintos puntos nuestro país y Latinoamérica, y también con la participación de la olavarriense Clara Soledad Ojeda Leiva. El mágico evento, una vez más, sumó el invalorable apoyo del público que durante los dos días que duró el encuentro se maravilló por el arte, el color y la fiesta para todos los sentidos que implicó la puesta en escena de esta hermosa propuesta que ya es motivo de orgullo para todos los olavarrienses, y que esta vez también contó con el apoyo de diferentes instituciones educativas artísticas y el auspicio del Centro Empleados de Comercio de Olavarría (CECO).
Como ya es costumbre en Está Bueno, fuimos a cubrir el evento para acercarte algunas pinceladas de tanto trabajo hecho con amor, entusiasmos y profesionalismo, y de paso hablar con cada uno de los protagonistas, de manera que nos cuenten lo que sintieron.
Comenzamos con María Inés Banegas, el alma mater del encuentro, quien por tercer año consecutivo se puso al hombro esta magnífica iniciativa artística: “Me siento muy emocionada y feliz porque se concretó el Tercer Encuentro Nacional de Estatuas Vivientes y mi ciudad volvió a ser sede de un encuentro nacional -manifestó-. El primer desafío fue lograr que Olavarría fuese sede de un encuentro nacional, ahora el desafío es sostenerlo y también potenciarlo”.
“Este año el encuentro fue diferente porque contó con otros matices, ya que hubo mucho intercambio con otras instituciones que se involucraron y también fueron parte y lo enriquecieron, como la escuela de CePEAC, con la carrera de Teatro y Técnicos en Medios Audiovisuales, la Escuela de Artes Visuales, que intervinieron una de las estatuas, la Escuela de Educación Estética y el Foto Club, que hizo un concurso fotográfico”, subrayó.
“Yo extraño mucho no poder participar, así que ya dije que el año que viene tengo que estar con alguno de mis personajes. De manera que le buscaré la forma para seguir formando parte de la organización, pero delegando algunas cosas como para poder hacerlo, porque la gente me lo pide y a mí realmente me gusta estatuar con mis compañeros”, dijo de manera bien sentida.
Por último María Inés destacó que «si tengo que hacer un balance, te digo que este encuentro fue sumamente positivo, porque se trata de un emprendimiento independiente, en donde hay mucho esfuerzo, mucho pulmón, mucho cargarse al hombro las cosas y muchísimo corazón puesto en todo esto. Me siento muy feliz de haberlo podido sostener y que nuevamente se concrete. Por eso es que mi balance es más que positivo”.
P.D.: Antes de seguir con los testimonios, queremos mostrarte de qué manera se vivió la fiesta en el Paseo Jesús Mendía : )
(Fotos: Tomás Pagano)
P.D.1: Este video, que pertenece al Centro de Producción Artística y Cultural N° 1 (CePEAC), refleja de maravillas cómo fue el Tercer Encuentro Nacional de Estatuas que se llevó a cabo en Olavarría.
P.D.2: Así opinaron cada uno de los 13 artistas que participaron de este encuentro, cuando les pedimos que nos hablaran sobre sus personajes, lo que vivieron y también lo que sienten a la hora de estatuar.
Clara Soledad Ojeda Leiva (“María”– Olavarría): “Mi personaje es la madre de Jesús. Es muy significativo por lo que simboliza. Esta es mi primera vez como estatua, y es algo totalmente diferente a lo que yo hago habitualmente, que es ser clown, mimo, titiritera e incluso hago otro tipo de espectáculos callejeros, pero la estatua te da otra cosa que por ahí otra performance no te la da. Y sobre todo este personaje, que es María, en donde te pasan cosas movilizantes como las de ayer, cuando las mujeres que salieron de la iglesia y al verme se hacían la señal de la cruz y me decían: `Que Dios te bendiga´. Es muy fuerte todo eso que se siente. Por eso, además de encantarme hacerlo, ya estoy divagando con nuevos personajes para hacer más adelante”.
“Esto que viví fue una experiencia única, porque además me permitió compartir dos días con varios artistas que ya hace muchos años que vienen con esto, y nutrirme de todos ellos realmente fue algo fabuloso, y me encantó”.
Mariano Torres (“Bufón” – Berazategui): “Está Bueno participar de este tipo de eventos porque nos permite mostrar nuestro arte en otros lugares. Y también porque nos brinda la posibilidad de compartir opiniones e intercambiar experiencias con otros artista, y ver cómo se trabaja en otros lados”.
“En el caso de mi personaje, yo juego más con lo cómico, por eso lo lindo es ver a la gente reír. Ese es mi trabajo y también lo que me propongo, porque me gusta ver que la gente se divierta y pase un buen momento. Además, el contacto con la gente enriquece, porque si a alguien que vino triste le sacaste una sonrisa… trabajo cumplido. Y más en el contexto en el que vivimos. Eso es lo mejor, que venga alguien, se te acerque y te diga: `Gracias porque venía con un día de miércoles y me cambiaste el día´. Ese tipo de mensajes te llena y también te alimenta las ganas de seguir”.
José Héctor Pomelapocha (“Benny Moré” – Cuba): “Benny Moré es un artista que fue cantante y compositor, y se destacó, sobre todo, por ser la máxima expresión del son popular cubano, por eso lo estoy representando”.
“Me siento regalado, porque soy joven en esto del arte de la estatua viviente, ya que recién llevo 3 años, y llegar aquí y vincularme con artistas tan íntegros y con un conocimiento total de esta disciplina artística, que requiere de un balance entre el diseño, el maquillaje y la actuación, hace que sienta que aprendí mucho, ya que conocí artistas muy valiosos y que me han aportado muchísimo. Además, estar aquí, representando a mi cultura, me hace sentir vivo y halagado”.
“En este momento, en donde vivimos en un mundo tan difícil, y en donde si bien es bueno el desarrollo, éste también está atentando contra la mentalidad humana. Por eso, el encontrarse con artistas de estatuas vivientes es la posibilidad de que todo aquel que vive más preocupado por lo que tenemos, por lo que no tenemos y por las diferencias políticas, sociales, económicas y religiosas, de repente se tropiece con algo en donde por más que intente ignóralo se verá representado, porque la escultura viviente es un reflejo de la poesía, de la música y de la danza. Es una obra de arte que le permite a todo aquel desinteresado de la vida encontrarse a sí mismo y revivir. Y además es algo que embellece las calles, embellece el entorno, y le da vida, no sólo al ser humano, sino a cualquier sociedad”.
Fabián Orce (“El director de orquesta” – Buenos Aires): “Este tipo de encuentros están buenos porque permiten que los artistas nos reencontremos y, además de intercambiar ideas y personajes, compartamos técnicas y disfrutemos de muy buenos momentos. Yo soy actor, y esto de estatuar es una rama más dentro de la actuación, porque estatuar es teatro. Así que a nivel emocional me genera lo mismo que podría sentir actuando en una obra teatral, en el circo o donde sea que implique estar adelante del público y brindar todo lo que uno sabe”.
“En este caso mi personaje es un director de orquesta, pero también tengo otros personajes entre los que están Papo y también Búfalo Bill, de manera que esto no se vuelva algo rutinario, y además porque cada personaje tiene un determinado perfil que encaja mejor de acuerdo al evento”, mencionó. Y también destacó que “María Inés Banegas es un fenómeno organizando, por eso cada encuentro en Olavarría es mejor que el anterior”.
Mariano Espondaburu (“El Jardinero” – Rauch): “Yo traje un personaje de un jardinero, que era de color blanco, y las chicas de Artes Visuales -por invitación de María Inés-, junto a su directora, Virginia Maldonado, tuvieron la genial idea de intervenirla con la lucha de los docente. Por eso, en este segundo día del encuentro, mi personaje se transformó en otra estatua”.
“Estatuar es una posibilidad más dentro del juego de los actores, pero al hacerlo en la calle siempre damos lo mejor de nosotros por más que a veces no recibamos nada. Ahora las estatuas no están pasando por un buen momento, ya que en la lata también se refleja la difícil situación económica que se vive en el país. De todos modos, nosotros, que somos trabajadores del arte, y que también tenemos hijos y obligaciones que afrontar al igual que todos, no por ello dejamos de darle siempre lo mejor a la gente”.
“Participar de este encuentro me da mucha felicidad. Además, este evento, por la calidad de los artistas que convoca, hace que esto que vivimos sea una ganancia o un plus muy grande para todos, tanto para la gente como para los participantes. También quiero destacar el trabajo de María Inés, porque para llevar adelante este valioso encuentro labura mucho”, puntualizó.
Claudio Di Rocco (“Gardel de oro” – Tandil): “Participar de estos encuentros es muy enriquecedor porque nos encontramos con amigos, colegas, y artistas sobre todo, que manifiestan este arte tan maravilloso que es el estatuismo, que para mí es una síntesis del teatro, porque tenemos un pequeño escenario, en donde el artista se maquilla y a través de su personaje transmite un significado, y en donde el espectadora paga su entrada, ya sea con una moneda o un billete, valorando el arte y logrando que eso que uno expresa tenga sentido”.
“Me siento muy cómodo y es una experiencia que como actor me gusta hacerla, porque el público siempre es diferente y, más allá del hecho de ganar o no ganar un premio, está bueno ser parte de esto hermoso que se genera, porque estar es ganar. Y eso que ustedes no ven la previa de todo esto, en donde nos juntamos, nos reímos e intercambiamos experiencias que son muy valiosas y nos permiten estar siempre dispuestos a hacer cosas nuevas”.
Julieta Albornoz (“Calidoscopia” – Córdoba): “Mi personaje, desde lo teatral, ayuda a conectar con la frescura, la inocencia y lo lúdico. A mí me gusta participar de estos encuentros porque me encanta encontrarme principalmente con mis compañeros, porque éste es un laburo que se hace de manera muy aislada, por eso estos encuentros nos permiten afianzarnos y crecer como colectivo, compartiendo nuestro arte, frente a cada nueva puesta en escena que hacemos en los espacios públicos”.
“Cada ciudad es distinta, al igual que cada nuevo recibimiento del público, por eso para mí es muy importante que la gente pueda aprender a disfrutar de esta forma de hacer teatro, que aún no es muy conocida. Y a la que a veces, por desconocimiento, no se la considera una disciplina artística, por más que sí la es”.
Angel Medina (“El ángel de los perros” – Chile): “Mi personaje es una propuesta para llamarle la atención a las personas sobre la relación que mantienen con los animales. De hecho, de una manera microscópica, junto a otra gente loca como yo que también hace arte, estoy pretendiendo transformar este 2017 en el año de la conciencia animal. ¿Qué son los animales al final de cuentas para nosotros? ¿Son sólo comida? ¿Son objetos que se compran en negocios caros para mostrar que tenemos plata? ¿Son cosas que nos pertenecen y con las que hacemos lo que se nos antoja? Mi estatua es la de un ángel de la guarda que está cuidando el sueño de un perro dormido. En mi caso, tristemente, dado que vivimos dentro de un sistema egoísta, tuve que venir a este evento sin mi perra `Nina´, porque al menos en Buenos Aires, en los transportes urbanos no se permiten animales. Si vas en avión, bien. Pero si viajás en tren o en micro no se pueden llevar animales. Por eso hoy mi personaje es un ángel de la guarda de los perros, pero sin perro”, destacó.
También mencionó que “es muy importante y Está Bueno participar de este tipo de eventos porque permiten divulgar el arte de la estatua viviente. En mi caso, mi relación con la estatua es muy especial, porque la estatua apareció en mi vida hace 27 años, en un momento crítico y muy malo, en donde yo estaba en el fondo, del fondo, del fondo, del fondo, del pozo. Y la estatua mágicamente vino, me dio la mano, me sacó del pozo y me dejó de pie, y con una estructura sólida que me sustenta hasta hoy. Por eso me convertí en un divulgador de este arte y en un profesor de estatuas vivientes. De ahí que lo que yo hago hoy en día es conectarme con personas que están en el pozo, al borde o de repente no tienen una idea clara de lo que quieren, y yo los entreno y los preparo académica, física y técnicamente como para que puedan desempeñar esta tarea. Y por si todo eso fuese poco, además tengo la suerte de contar con el cariño de muchos colegas”.
Jorge Arias (“El anunciador del bien” – Mar del Plata): “Con mi personaje intento transmitir un mensaje de amor, y más que nada de esperanza. Mi propuesta ayuda a reconocer que si bien sabemos que dentro de uno están las cosas buenas y también las malas, depende de nosotros lo que se quiera expresar. Por eso, frente a tanta prensa de lo malo y lo negativo, opto por anunciar lo bueno”.
“En mi caso soy actor y bailarín, pero también ya llevo más de 12 años como estatua viviente. Estatuar me gusta porque es algo mágico, ya que es magia lo que acontece cuando lográs conectar y captar la atención de la gente”, destacó.
Karla Castillo (“La dríada del bosque” – Bahía Blanca): “Mi personaje expresa muchas cosas y con cada uno que se acerca se genera algo muy particular, que es sólo para esa persona, la cual en la interacción se va con algo que en ese momento necesitaba”.
“Para mí Está Bueno estatuar por la energía y el ambiente que se genera, en donde te podés encontrar con el otro a través de la mirada o también sentirlo o percibirlo al tocarlo o al escucharlo y entender lo que está sucediendo sin tener necesidad de usar la palabra. También me gusta porque estatuar conduce a un estado súper interesante, y porque la respiración te lleva hacia un lugar muy placentero. Además, lo disfruto porque es muy agradable trabajar con los niños, con la gente grande y con el público en general”.
Juan Rolón (“El mensajero de amor” – General Roca): “La fundamentación de mi personajes es encontrar un espacio en donde yo pueda entregar mi mensaje de amor. Es un personaje que exalta el amor transformado en alegría”.
“La posibilidad de estar en la calle, entregando un mensaje, es un verdadero disfrute que es la real motivación de este trabajo. A mí esto me construye, porque me permite conocerme, me hace afrontar nuevos desafíos, me permite comunicarme y me enriquece, y además muchas veces recibís abrazos que renuevan las ganas de seguir metiéndole para adelante”.
“Participar de este evento es maravilloso, porque nuestro trabajo es muy solitario y estos encuentros nos enriquecen de una manera increíble, dado que nos permiten intercambiar experiencias, divertirnos, unirnos, encontrar nuevas herramientas para expresar nuestros trabajos, y también hacernos fuertes para que cada uno en su ciudad pueda tener representación en otras instituciones, tener subvenciones o poder tener un espacio en centros de formaciones; ya que, por ejemplo, en Buenos Aires, en la carrera de Arte Callejero figura el mimo, el clown y malabares, pero no están las estatuas vivientes. Por eso está en nosotros el generar un movimiento para que podamos aparecer en esos espacios. Y esa fortaleza que necesitamos se da gracias a estos encuentros”.
Carlos Monzón (“El señor de los espejos” – Buenos Aires): “Me encanta participar porque me permite encontrarme con mis compañeros de lucha y también con el público. Es hermoso encontrarse con el cariño de la gente, porque un beso de un niño no tiene precio, lo mismo que si te da la mano o si podés hacer que alguien sonría. Que eso suceda es algo hermoso”.
“Estatuar me encanta porque te permite representar a un personaje conocido y también crear tu propio personaje y mostrar lo que sientas expresar. Todo eso es algo mágico”.
Diego Guette y Débora Cadima – (“Violencia de género” – Buenos Aires): “Tenemos un grupo en donde trabajamos y abordamos todas las temáticas sociales -dijo Diego-. En este caso lo hacemos con `Violencia de género´. Nos gusta participar porque en estos encuentros hay un clima de amistad en donde festejamos el poder estar juntos, por eso se trata de un encuentro y no de un concurso de estatuas. De ahí que anoche hayamos podido disfrutar de juntarnos a comer un asado, en donde todos fuimos agasajados y recibimos el amor, merecido, que como artistas venimos a buscar. La dinámica de que no existan los premios sino que exista un caché `X´ de dinero para todos igual hace que nadie esté preocupado por quien gana o no, por más que exista luego un reconocimiento del público”.
“En nuestro caso, con los personajes que encarnamos contra la violencia de género buscamos generar conciencia. Por eso, qué mejor que poner nuestro arte para ayudar a concientizar que eso no está bien. De hecho, al principio los niños nos miran asustados, porque tenemos un acto en donde yo le pego a Débora, pero cuando sacamos a relucir el cartel que dice `Ni una menos´, sonríen y se miran cómplices con sus padres y entienden que hacer eso está mal, y eso es lo que venimos a ayudar a concientizar”.
Los premiados: De este encuentro participaron 13 estatuas entre las categorías Performance (cuatro movimientos) y Clásica (dos movimientos), aunque Clara Soledad Ojeda Leiva tuvo una participación especial ya que al ser una artista de nuestra ciudad permaneció fuera del concurso.
Categoría Performance: 1er premio: «Bufón» de Mariano Torres (Berazategui, Buenos Aires); 2º : «El hada del bosque» de Karla Castillo (Bahía Blanca); 3º: «Benny more», de José Héctor Pomelapocha (Cuba). También participaron «Caleidoscopio», de María Julieta Albornoz (Córdoba); «El mensajero del amor», de Juan Rolón (Río Negro); «Violencia de género» de Diego Gette y Débora Cadmia (Buenos Aires) y «Director de orquesta», de Fabián Orce (Buenos Aires).
Categoría Clásica: 1er premio: «El ángel de los perros», Angel Medina Cerda (Chile); 2º: «El anunciador del bien», Jorge Arias (Mar del Plata) y 3º: «El señor de los espejos», Carlos Monzón (Buenos Aires). También participaron: «Gardel de oro», Claudio Di Rocco (Tandil) y «El jardinero», Mariano Daniel Espondaburu (Rauch).
Premios del Foto Club: Con motivo del encuentro, El Foto Club Olavarría también lanzó un concurso fotográfico digital que premió a las imágenes tomadas en el momento de la caracterización y exhibición de las estatuas. Los primeros dos premios fueron para las fotografías de Rocío Castro, mientras que el tercer premio le correspondió a Osvaldo Roth.
P.D.3: Clickeando sobre la imagen se puede acceder a la cobertura de los anteriores encuentro que se realizaron en Olavarría : )