Haciendo gala de su infinita magia y creatividad, la existencia siempre nos pone en el camino diferentes mensajeros para que sabiamente lleguen al corazón con las palabras que se necesitan escuchar en los tiempos de turbulencia: «Tenemos que globalizar el amor» sostiene el sacerdote colombiano Gabriel Mejía, quien lleva 45 años trabajando incansablemente con los jóvenes, para que encuentren herramientas que los ayuden a trascender el flagelo de las drogas, la violencia, la marginalidad y el desamparo.
«Paciencia, solidaridad y compasión para poder llegar a los niños y los jóvenes» son las claves que pregona Gabriel, para quien el educador tiene que ser ante todo una persona coherente y no olvidar lo que una vez dijo Gabriela Mistral: «Si no amas, no eduques».
De paso por Olavarría para participar del Congreso de Integración por el Arte, este gran Ser Humano -que logró la rehabilitación de 45.000 jóvenes y a nivel internacional ha recibido varias condecoraciones, entre las cuales se encuentra el premio Reina Sofía de España- tuvo la amabilidad de dialogar con Está Bueno, para compartirnos su clara visión de vida. Te invitamos a disfrutar de su hermoso mensaje : )
Siendo miembro de la Comunidad Claretiana, sus ganas de ayudar a los más jóvenes lo llevaron a fundar una comunidad terapéutica denominada Fundación Hogares Claret, cuyo modelo terapéutico incluye en todos sus programas la Meditación Transcendental, Pedagogía Scout y Espiritualidad; tres pilares fundamentales para crear un escenario de integralidad, en el que no sólo se rescata el ser, sino su estructura de valores y sentido de vida.
Gabriel Mejía es un hombre apasionado y cuando se expresa lo hace con todo el cuerpo. Mirá cómo «habla» con sus manos : )
P.D.: Por si te quedaste con ganas de seguirlo disfrutando, acá te dejamos algunos de los videos que pueden encontrarse en youtube